Al caminante mientras se toma un respiro en el aire saludable de su cueva, su cabaña valga decir, se le hicieron los dedos huéspedes entre las palabras y como a un jilguero se le llenó el cuerpo de trinos. Así que paciencia, parece que ahora todo va de versos. Un clic sobre las gaviotas lleva a ellos.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero que artístazo eres.
Pura belleza el Mundo en tus ojos.
Pau

Alberto de la Madrid dijo...

Cenquiu, guapetona.

LuisBasGz dijo...

Bueno yuo lo he leido un poco tarde, pero, mas vale tarde......
Fuerte abrazo.