Vivac bajo la tutela del Cervino




Camino de Trockener, 2 de agosto de 2018 

Travesía Zermatt – Cervinia:  Zermatt – Hermetje – camino de Trockener. 


Pues no es por nada pero si tuvieran que repartir premios por los vivacs más guapos del verano, sin lugar a dudas me los iba a llevar todos. Sí, modesto que es uno. Y que sirva de muestrario el de hoy con ese famoso picacho como telón de fondo para pasar esta tarde noche. Hace un par de días frente al Eiger y la Jungfrau, al lado del glaciar Aletsch; días atrás bajo la Civetta o el Pelmo y un innumerable días en sitios tan excepcionales que daban ganas de quedarse a vivir allí. No sabré nunca de qué coña va esto de caminar y caminar hasta quedar hecho unos zorros, pero cuando olisqueo por dónde he de concluir mi jornada y al final doy con ese metro y medio que los dioses han preparado para mí, creo que al fin sigo algo de ese instinto animal que lleva a los bichos, sí, esos bichos tan simpáticos que he visto usar alguna vez al amigo Antonio Creus, esos bichos que consideramos inferiores, a acumular grasas para el invierno o a orientarse de manera increíble sin necesidad de gps. Mi instinto me dice, paciencia, seguro que más arriba encuentres ese metro y medio deseado frente al mayor espectáculo del mundo, y sí, mi instinto, o el enanito de turno que cuida de mi bienestar, bingo, acierta. Ya había subido cerca de los mil metros de desnivel y nada más que veía las estribaciones más orientales del Monte Rosa con sus glaciares, pero el señor del lugar continuaba sin aparecer y ya eran más de las cuatro, mi hora consagrada para dar por terminada la jornada. Pues sí, tras el repechón y la cascada que veía más arriba, apareció el lugar que me tenían reservados los dioses para esta noche. Así son los dioses que durante toda la historia de la humanidad inventaron los hombres, dioses como ángeles de la guarda que velarán por nuestro bienestar y confort; si no a qué un dios, si te buscas a alguien un dios es para que te conforte, te libre de las penalidades y sobre todo para que te sea propicio y te ayude en la cosa esa de la lotería. Yo, que ya he recibido el toque de atención, como siempre, de la mano de Martín para la cosa de la lotería, lo que les diría a los compañeros del Navi es que se dejen de buscar números que acaben o no en trece y hagan mejor una novena, ofrezca ritos a Siva o Khrisna o imploren a Alá a fin de que el dichoso número de la lotería caiga por fin donde debe de caer. Bueno y todo esto para decir que es importante estar a bien con los dioses para que nos sean propicios.

Aunque estaría por ver quién es el culpable de que mi rodilla derecha, la casi sana de siempre, haya sufrido ese bajón desde los últimos días de Dolomitas, bien que hoy, toco madera, enseguida de comenzar a caminar me sentí un poco feliz al comprobar que mi pierna resistía algo mejor que días anteriores, razón por la cual deseé poner ya mismo una vela a la virgen. 

Yo no soy nada creyente pero estoy convencido que sea Dios, un ángel de la guarda o un enanito según los casos, hay algo que guía nuestros pasos para que encontremos un lugar guapo para vivaquear, para sorprendernos con un paisaje hermoso o para tropezarnos con cierta frecuencia con chicas que sonríen como ángeles. Bienaventurados sean los dioses… 

Por cierto que esta mañana andaba dándole vueltas a ese sencillo porqué de por qué sonreímos, por qué unos nunca lo hacen, por qué a otros la sonrisa se les congela entre los labios y por qué otros sonríen tan abiertamente siempre como si para ellos la vida fuera siempre una fiesta y sus prójimos partícipes indiscutibles de la misma. Yo me atrevería a decir que el asunto tiene mucho de raíz geográfica relacionada con la latitud, y si no compárese a los andaluces y su temperamento con aquellos otros de, por ejemplo, la Alta Baviera. En general, vamos, en general que también hay teutonas que sonríen pero que muy requetebién. 

Voy a hacer una pausa y aprovechar para poner la tienda para la cosa de la foto, ahora que el Cervino está todavía fotografiable aunque en un contraluz que me temo va a deslucir la foto de portada. 

¿Qué hice hoy? Pues muy fácil, me desperté y como estaba muy perezoso, después de estar mirando a las musarañas por un rato decidí investigar la ruta a seguir después de Cervinia, algo que no fuera hacer el recorrido Cervinia Mont-Blanc que ya había hecho con Victoria hace unos años. Encontré la GTA (Grande traversata delle Alpi), un recorrido de unos mil kilómetros que comienza en la frontera italo-suiza y termina cerca del Mediterráneo y del que hice algo más de la mitad en otras ocasiones y que me podía servir para continuar vagabundeando por los Alpes. Después me tocó bajar los mil metros de desnivel que me quedaban hasta Brig y tomar allí nada más llegar un tren para Zermatt. En una hora y media estaba otra vez en pie de sendero. Tuve que comprarme unos crampones. Lo consulté y no había cáscaras, tenía que atravesar por entero el glaciar Theodulo hasta el paso Theodulpass, a 3300 m. Parece que no sea complicado pero se trata de hielo. Pasé por aquí hace casi cincuenta años, cuando subí al Cervino, pero en mi memoria no ha quedado ni rastro de aquello, sólo me acuerdo de un instante en la cumbre del Cervino y la historia de una enorme sandía que habíamos comprado en Cervinia y que escondimos en un glaciar para comérnosla a la vuelta. Ni siquiera recuerdo a todos los compañeros con los que subí, seguro iban Moisés Castaño y Graziella Zanotti, pero creo que también Enrique del Pozo, alias Pichón, y Fernando Vázquez. 

Zermatt parecía Benidorm o peor. Salí huyendo en cuanto tuve los crampones y comí algo. Desde Zermat hasta el paso Theodolo son mil setecientos o mil ochocientos metros de desnivel, así que me lo tomé con tranquilidad. En Hermetje, hice un alto, me tomé una sopa, una cerveza y un capuchino y continué. Mi pierna, que parece que se recupera bien, se portó y pude subir al ritmo pausado de siempre sin demasiados esfuerzos. Llegué a la hora precisa al mejor puesto que podía haber encontrado para mi tienda. 

Recorrido de la GTA (Grande traversata delle Alpi) 

Panorámica de la zona Monte Rosa - Cervino















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